Rufo Batalla es un joven periodista que trabaja en un periódico de Barcelona a finales de la década 1960 y que es enviado a Mallorca para cubrir la boda de un príncipe exiliado llamado Tareuz Maria Clementij Tukuulo con Queen Isabella. Al llegar al hotel donde se celebra la boda, es retenido durante horas en una habitación, a la que termina yendo el propio príncipe, que le concede una entrevista en exclusiva, dictándole preguntas y respuestas.
‘El rey recibe‘ (Seix Barral, 2018) es la última novela de Eduardo Mendoza, ganador del Premio Cervantes 2016, y aunque no es una parodia no deja de tener el sentido del humor, la ironía y el lenguaje avispado y certero de sus novelas. En este caso, con Rufo Batalla como protagonista de una novela ya con título irónico, pues lo normal será que el príncipe Tukuulo consiga dar con el joven periodista y lo atraiga, más que recibirlo con algún tipo de invitación transparente. Porque este rey ni es rey, ni recibe: es príncipe y capta.
El príncipe Tukuulo vive en el exilio lejos de su país, Livonia, perteneciente a la Unión Soviética, en plena Guerra Fría. Su designio es llegar a ser Rey de su país y en su aventura contará con la amistad de Rufo Batalla, un joven idealista, harto de la opresión del franquismo, que a finales de la década de 1960 vive una época aperturista en lo turístico y ligeramente en la prensa.
‘El rey recibe‘ es una nueva muestra del buen hacer literario de Eduardo Mendoza, más propenso a la parodia con sus novelas del detective anónimo, pero capaz de escribir también muy buenas novelas no paródicas, como ‘La verdad sobre el caso Savolta‘, con la que se dio a conocer en 1975 y con la que ganó el Premio de la Crítica, o en la recientemente reseñada ‘Mauricio o las elecciones primarias‘ (Seix Barral Biblioteca Breve, 2006), con la que ‘El rey recibe‘ guarda algunas semejanzas, como los tríos amorosos y conversaciones telefónicas de por medio.
El joven periodista mantendrá un noviazgo en Barcelona con Claudia, una chica a la que abandonará, como a su propia familia, cuando decida cambiar de aires y viajar a Nueva York. Antes dirigirá una revista para mujeres en la que él mismo será el único redactor, inventándose prácticamente todas las noticias. Cansado de la ciudad condal, la Gran Manzana le esperará, pero allí no vivirá ningún idilio.
Si lo común es pensar en Nueva York como una ciudad en la que todo es posible, para Rufo Batalla y sus compañeros de trabajo de funcionario en la Cámara de Comercio de España en la ciudad neoyorquina esta no es más que una ciudad sucia y muy peligrosa. Aunque realmente ninguno haya sufrido percances, robos ni accidentes. Ni por ser españoles ni por estar más o menos cerca, como Rufo Batalla, de gays que viven una revolución de libertad.
Este es uno de los acontecimientos históricos, con apariciones esporádicas de Mónica Hoover (Queen Isabella) y del príncipe Tukuulo, que el joven Rufo Batalla vivirá de forma tangencial. Como el caso Watergate, que le costó el impeachment al presidente Richard Nixon. O la crisis del petróleo de comienzos de los 1973 y los disturbios de Stonewall en el mismo año y el inicio de la reivindicación de los derechos LGTB. Y antes, una reunión en Checoslovaquia con quienes Rufo Batalla imaginó o fantaseó que eran partícipes del intento revolucionario de Mayo del 68.
‘El rey recibe‘ es una gran novela con la que Eduardo Mendoza comienza una trilogía con la que quiere repasar algunos de los grandes momentos del siglo XX, en los que Rufo Batalla no intervendrá, será un mero espectador de opiniones ajenas de quienes tampoco participan de la Historia. Un siglo de guerras y enormes cambios políticos, sociales y económicos.
De todos ellos, del comunismo, del capitalismo, de la democracia, del futuro del franquismo, del arte y de la música, etc., debatirá Rufo Batalla con amigos o personajes transgresores como Yves, pero sin tener que perder la compostura y el buen hacer de lo que su jefe en la Cámara de Comercio ve como lo que realmente hace funcionar a un país: su tejido funcionarial.
Con esta nueva aventura literaria, el escritor barcelonés va más allá de su ciudad predilecta, Barcelona, para adentrarse, bajo la nieve, en una poética Nueva York, bella, aunque para algunos enormemente peligrosa, bajo los copos de nieve que acaban paralizándola por completo. Una ciudad en la que en esta novela no existen los grandes lugares, como la Estatua de la Libertad o el World Trade Center. Pero sí el espíritu individualista del estadounidense, frente a la colectividad de otros países. Como paralizadas, tristes, están las vidas del príncipe Tukuulo y de Rufo Batalla. Dos hombres a los que parece que el mundo les ha dejado fuera de la fiesta.
Porque al igual que quien escribe esta reseña de ‘El rey recibe‘ escribió recientemente sobre ‘Mauricio o las elecciones primarias‘, Eduardo Mendoza no abandona su humor, su ironía, aunque en una novela de trasfondo triste. Mauricio Greis era un dentista triste, pese a sus tríos amorosos. Y Rufo Batalla no es un hombre alegre, no tiene una vida fácil, y cuando suena la música, le cuesta ponerse a bailar.