La agente Antonia Scott está en su piso prácticamente vacío de Lavapiés, al que llega un inspector de la Policía Nacional en el País Vasco, Jon Gutiérrez. Enviado por Mentor, Gutiérrez debe conseguir, y lo hace, que Scott se involucre en una investigación para detener a quien ha asesinado a Álvaro Trueba, hijo adolescente de la directora de uno de bancos más grandes de Europa, Laura Trueba.
‘Reina Roja‘ (Ediciones B, 2018) es un thriller escrito por el periodista Juan Gómez-Jurado y que ha cosechado un éxito enorme. Es la historia de cómo estos dos agentes tienen que trabajar al margen de la ley, ya que Antonia Scott es una agente entrenada por una unidad secreta, de la que, no obstante, no se tienen muchos detalles. Esta es una de las tramas que quedarán abiertas al final de la novela, como habrá comprobado quien ya la he leído. Y Gutiérrez es un policía suspendido de empleo y sueldo que, como no tiene mucho más que perder, deberá trabajar como compañero de Scott.
La trama de esta novela es muy interesante, aunque tiene algunos fallos que, sin desvelar nada importante y no fastidiar la lectura, hay que comentar. La investigación se centra en averiguar quién ha asesinado al hijo de esta banquera, Laura Trueba, que es un trasunto de Ana Patricia Botín. Una víctima a la que se pueden sumar otras, porque Ezequiel secuestra a Carla Ortiz, hija de Ramón Ortiz, un empresario textil gallego que es, a su vez, un trasunto de Amancio Ortega. Aunque Ortiz se nos pinta en la narración como el hombre más rico del mundo.
Antonia Scott es una mujer que parece sufrir algún tipo de autismo o síndrome de Asperger y Juan Gómez-Jurado nos la presenta como la mujer más inteligente del planeta. ¿Exagerado? Puede ser, pero este no es el punto más exagerado que tiene esta novela. Pese a que en algunos momentos suena descabellado pensar que es la mujer con el mayor cociente intelectual del mundo. ¿Es muy inteligente? Sí. ¿Tiene una memoria fuera de lo común? Sí, aunque el autor hace que lo demuestre simplemente memorizando unos ingredientes de un producto y poco más. Porque en aspectos más importante, por uno u otro motivo no lo recuerda todo. ¿Eso es como para decir que es la más inteligente del mundo? No. Y en sus deducciones hay mucho de suerte o explicaciones que no llegan.
Sea o no la mujer más inteligente del planeta, el caso es que trabaja (o trabajaba) a las órdenes de Mentor, hasta que su marido, Marcos, acaba en el hospital en coma. En ese momento, como Antonia Scott se siente culpable de que su marido esté comatoso en el hospital, lo deja todo, incluido su trabajo. Mentor cree que el caso de la muerte de Álvaro Trueba hará que reviva en ella su instinto policial. Y así es. Para lo cual necesitará la ayuda de unas pastillas que hagan que su cerebro funcione mejor. Sin ellas, pierde el control.
‘Reina Roja‘ nos mete de lleno en una investigación truculenta en plena ciudad de Madrid. Pero aunque el fondo esté realmente bien, respondamos a algunas preguntas muy importantes. ¿Quién es Ezequiel? ¿Por qué secuestra a hijos de las personas más ricas de España y de las más ricas del mundo? ¿Por qué mata de manera tan espeluznante a Álvaro Trueba? ¿Y por qué elige a estas víctimas y no a otras?
La verdad es que creo que este es uno de los puntos más débiles de la novela: no percibo un análisis psicológico que satisfaga a un lector exigente, que siempre debe conocer por qué los malos son malos y por qué matan como matan. Como hay otros. Pero no tienen nada que ver el estilo narrativo, descripciones, etc., a ese nivel este thriller es muy bueno y no hay nada que objetar. Sin embargo, hay un desequilibrio bastante grande en cómo Juan Gómez-Jurado trata algunos episodios que tienen que ver con el peligro o accidentes en los que se ven envueltos los protagonistas.
Antonia Scott y Jon Gutiérrez no pueden decir para quién trabajan, deben actuar en paralelo a las demás fuerzas del orden, a las que, por añadir dramatismo, no caen nada bien (en este caso, al capitán José Luis Parra, de la Unidad de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional, un policía que se toma como algo personal que sus sospechas no sean ciertas o verdaderas, lo cual no encaja con un procedimiento ni un policía medio decente). Lo cual les da facilidad para saltarse la ley cuando quieran y no seguir ningún tipo de procedimiento policial. Eso les hace correr una serie de peligros de los que, de forma poco verosímil, podrán escapar. He aquí uno de los defectos de la novela: mientras que el autor es súper meticuloso para narrar algunas situaciones y explicar al detalle, a cámara lenta, unos pasajes, en otros pasa de largo y lo soluciona en un par de párrafos sin que haya apenas consecuencias.
De esta manera, ‘Reina Roja‘ de Juan Gómez-Jurado es una obra con su lenguaje directo, muy ágil, con muchos giros de humor. Pero también peca de algunos puntos muy repetitivos, cojea en el tratamiento de las situaciones más peligrosas. Su argumento está muy bien, da lugar a reflexiones muy profundas de justicia social, poder y relaciones familiares. Pero a pesar de que durante la narración se hace referencia a qué diferentes son las películas de la realidad, él no deja de ofrecer al lector pasajes más propias de una película de Hollywood que de una novela. Que al final es muy del estilo de otras que juegan la baza de lo cinematográfico y la espectacularización y no profundizan como deben en el trabajo policial meticuloso y lento, como sí sucede con ‘El último barco‘, por ejemplo. Todo acaba siendo muy difuso, aprovechando que trabajan para una unidad secreta.
En una narración visual como una película, al espectador se le miente. Y hay un pacto en el que el espectador lo sabe y se deja engañar. Pero aun así, este debe exigir verosimilitud a la narración. Con una novela pasa exactamente lo mismo: el lector sabe que la novela es una ficción, pero tiene que exigir verosimilitud, que lo que lee es creíble, no importa que sea una novela policial o una distopía o ciencia ficción. Si una novela no es verosímil, si se detectan episodios que no son verosímiles, si hay desequilibrios muy claros, esto hace perder valor.
Con ‘Reina Roja‘ nos encontramos estos desequilibrios, persecuciones policiales del estilo Fast and Furious, muy espectaculares, pero poco creíbles. Momentos de la novela que son cruciales y que el autor termina enseguida, con rapidez, como si no fueran importantes o no hubiera peligro real para los protagonistas, por arte de magia. Mientras que en otros se detiene de forma muy meticulosa y exagerada en comparación. Repito: este es un error por su parte por la falta de equilibrio.
También hay partes de la novela con protagonistas que llegan de sopetón y sus comportamientos son difíciles de creer, como lo que sucede con la aparición del padre de Antonia Scott, embajador del Reino Unido en España. No llega a ser comprensible lo que hace, cómo actúa, su comportamiento. Y tampoco es comprensible ni tiene demasiado sentido cómo acaba el problema que se le plantea a Antonia Scott con su padre. De hecho, creo que hasta se puede decir que si Sir Scott no aparece en la novela, no pasaría absolutamente nada, es casi prescindible.
Por estos motivos, sin llegar a ser una mala novela porque no lo es ni mucho menos, ‘Reina Roja‘ tiene estos puntos que le hacen perder calidad como thriller verosímil. No se aclara la motivación del criminal, algo imprescindible. Es repetitivo con algunas cuestiones como que el inspector Jon Gutiérrez no está gordo; hay situaciones en las que los protagonistas tienen un final que carece de lógica; y esta falta de lógica se percibe al comparar el grado de profundidad en explicaciones científicas, que Juan Gómez-Jurado ofrece en unas ocasiones, pero que desaparecen por completo en otras.
A todo esto hay que añadir que, como se verá en la próxima reseña que publicaré de ‘Loba Negra‘, continuación de esta, algunas cuestiones importantes de la novela serán completadas. Es decir, aunque normalmente una novela, aunque forme parte de una trilogía o una saga, debe tener sus tramas resueltas, Juan Gómez-Jurado en ‘Reina Roja‘ no lo hace. Si bien es cierto que puede resultar arriesgado, por una parte me gusta. Pero creo que aun dejando alguna cuestión sin cerrar, hay otras que sí deberían haber quedado claras en esta y no lo están. Y son muy importantes, de mucho peso.
Pero el autor no lo hace, por momentos pega bandazos y desvía la atención de lo principal, sin sentido, y sinceramente, deja a medias a los lectores más críticos que leen Reina Roja y que, posteriomente, pueden seguir la serie con Loba Negra.
A mí no me queda claro por qué el hijo de ‘Ana Botin’ (Álvaro Trueba) se apellida igual que su madre de primero (madre soltera y adoptó sus mismos apellidos?) Álvaro podría se Trueba Trueba? O el padre era inglés o austtaliano o italiano y Laura adoptó el único apellido de su cónyuge?
Gracias por su comentario Gustavo. El primer apellido de madre e hijo coincide.
Buenas noches. Me ha gustado mucho su análisis del libro ya que ha dicho cosas q se me habían pasado por alto, aunque no estoy muy de acuerdo con la conclusión general de que es un buen libro ya que para mí no lo es. Para los lectores a los que nos gusta la novela negra, este libro es un poco una tomadura de pelo, ya que como ha dicho antes, tiene trozos bastante difíciles de creer, otros q ni explica el porqué y se centra en detalles q no tienen la menor importancia. El siguiente libro que leí fue » el cuarto mono», ya q lo tenía pendiente y cuál fue mi sorpresa que reina roja parece una copia barata del otro libro. Si no lo ha leído se lo recomiendo y saque sus propias conclusiones
Hola Danae, gracias por su comentario. No le he cogido gusto a la lectura de ‘Reina Roja’ y la segunda parte, ‘Loba negra’, del que también he publicado una reseña, tampoco, menos aún viendo el primero, como explico en la reseña. Hay muchas incongruencias y no las digo todas para no destapar nada importante de la novela de cara al lector que lea la reseña y le apetezca el libro.
En cuanto a ‘El cuarto mono’, apunto la lectura, intentaré conseguirlo. Si es de J.D. Baker, es justamente un año antes, se publicó en 2017 y ‘Reina Roja’ en 2018. Gracias por su recomendación.
[…] explicando algunos puntos para que el lector tenga todas las piezas (de un puzzle incompleto en ‘Reina Roja‘). Lo hace con un estilo desenfadado, mucho para lo que es habitual en una novela de este […]
Hola Jesús! Estoy de acuerdo en toda la reseña y me encanta haber dado con tu blog. Te sigo!
Hola Maribel, gracias por su comentario en la reseña de Reina Roja y por seguir las publicaciones de mi post. He intentado reflejar esos «fallos de guión» como se diría en el cine, aunque confío en que algunos de ellos que se mantienen en ‘Loba negra’ se solucionen en ‘Rey blanco’. Saludos.
NO CONTIENE SPOILER. Siempre, a la hora de elegir novelas policiacas o negras, he optado por clásicos: Ágatha Christie, Virginia Woolf, etc. Es decir, autores con mucho bagaje profesional y que escriben obras espectaculares. Me decidí a leer «Reina roja» para dar cabina a nuevos autores contemporáneos, estar al día sobre las últimas novelas thriller españolas, y la verdad es que me ha decepcionado. Los personajes se meten en líos espectaculares y el autor consigue que salgan de ellos de una forma pasmosa, rozando lo ficticio. Esto hace que no consiga creerme la novela, es demasiado fantástica. Lo típico que «solo ocurriría en las pelis». Considero que el autor del libro no puede dar soluciones tan rápidas y cuasimposibles a los problemas que se plantean, porque esto le resta verosimilitud al relato.
Luego, el cúmulo de casualidades siempre hace que «gane el bueno»…no sé, muy fantástica.
No ha conseguido sorprenderme, no sé si es por lo que comentaba al principio (que vengo de novelas buenísimas).
Por último, quiero dejar claro que el primer libro NO deja ningún cabo atado, son 500 páginas en donde se plantean problemas y tramas que no son resueltos al final de la lectura. Entiendo que algunos deben quedar abiertos para que la trilogía tenga un hilo conductor, pero no todos: No deja de ser un libro independiente del siguiente.
PD: Lo que comentabas de la repetición («Jon Gutiérrez no está gordo») no lo considero una crítica, ya que percibo en dicha repetición el toque humorístico con el que el autor pretende maquillar la novela, es un humor un tanto especial, ya que la continua negación de la gordura del personaje deja al descubierto justo con contrario, solo que Jon se «autoengaña». No lo considero un defecto, me parece que está hecho adrede y nutre el relato.
PD2: No todo va a ser malo…diré que es una lectura con un lenguaje muy sencillo de entender, al alcance de todos, con la que pasas un buen rato e incluso llega a engancharte porque la trama es buena (aunque, me reitero, la resolución de algunos asuntos es un chasco). Típica novela que lees en verano a la sombra de una palmera y que no necesita de mucha «masa gris cerebral».
Hola, María, saludos. En primer lugar, gracias por su comentario, se nota que ha leído la novela y que la ha analizado más allá de una simple lectura.
Lo que usted comenta de leer a autores de novela policial o negra que no sean clásicos está claro que hay que hacerlo, enriquece, si no leyésemos más que a los clásicos o a escritores/as ya muertos/as, no avanzaríamos culturalmente y nos perderíamos toda la cultura actual.
Con respecto a sus comentarios concretos, estoy, como ve por mi reseña, muy de acuerdo con usted en la mayoría de las cosas que ha dicho sobre Reina Roja, Juan Gómez-Jurado creo que no ha escrito buenas novelas policíacas en estos casos, desconozco el resto de su obra, la leeré pronto en la medida de lo posible. Pero me ha decepcionado mucho personalmente su éxito de ventas al comprobar realmente la estructura de las novelas, sus investigaciones, su credibilidad para hacer creíble los acontecimientos que narra (sin hacer spoilers ni nada por el estilo, como usted dice para empezar su comentario).
En cuanto a las repeticiones, tiene ese punto de vista que usted comenta, pero parecen dos novelas escritas con la misma plantilla y en la segunda hay un sinfín de repeticiones internas con uno de los personajes, sus capítulos empiezan siempre de manera muy similar, de manera que encuentro muy repetitiva hasta cansarme, pero bueno, como en todo, es cuestión de gustos.
Y finalmente, creo que una novela policial o negra debe tocar fibras sensibles en el lector, ir más allá de algo espectacular con persecuciones y demás. Y aunque algo de eso se deja ver en estas dos novelas, en Reina Roja y en Loba Negra, creo que al final la trama o intención de la trama y los argumentos es mucho más buena de lo que son las novelas en sí, creo que hay muchas expectativas y a un lector detallista no se le escapan los errores de tramas no cerradas, que se abren y no concluyen (y no sé si en la última de las novelas, Rey Blanco, se cerrarán o no). Y a fin de cuentas, eso es lo que sumado, rebaja la calidad, a mi entender, de estos dos libros, con el resto de cosas buenas que tienen.
Muchas gracias, una vez más, por su comentario, María.