En los bajos fondos de Bucarest, hay un hombre que se convierte en mito venciendo una vez tras otra a la muerte jugando a la ruleta y salvando la vida. Pone una bala, dos balas y así sucesivamente en el cargador del revólver, y siempre sobrevive. Las apuestas van subiendo de valor, él mismo acaba apadrinándose a sí mismo. El mito del ruletista no para de aumentar y su historia se conocerá a lo largo del tiempo y hará recordar, en el futuro, la nostalgia de las noches de olor a miedo, a sudor y a alcohol.
Nostalgia de Mircea Cârtârescu es un libro de 5 relatos del escritor rumano de 1989, pero publicado en España por la editorial Impedimenta en 2015. Y se trata de una extraordinaria colección de relatos ambientados en la misma ciudad, con un hilo en común en todos ellos: además de que quien escribe esta reseña imagina relaciones entre los personajes, que de una u otra manera llegan a convivir en el mismo momento y quizás se hayan cruzado por las calles de Bucarest. ¿Acaso no es posible el cruce de personajes en ese hospital, por ejemplo, del que parece que en cualquier momento un paciente va a saltar de una ventana para estrellarse contra una rayuela pintada en el suelo?
Es esa nostalgia que muchos de los protagonistas sienten. Este libro es una enorme muestra de calidad literaria, de un realismo mágico made in Rumania, con la realidad, los sueños, las alucinaciones, lo inverosímil y lo imposible unidos entre sí de manera perfecta. Y los lectores españoles tenemos la suerte de poder leerlo gracias al gran trabajo de traducción de Marian Ochoa de Eribe.
El Ruletista, Mendébil, Gemelos, REM y El Arquitecto son los 5 relatos o cuentos de la obra Nostalgia de Mircea Cârtârescu, que irán mostrando al lector una cada vez más compleja manera de escribir, de tejer tramas excelentes. Con narradores diversos que cuentan sus historias en primera persona, incluido un narrador que parece ser una araña que colgada del techo ve a los dos amantes desnudos en la cama, ella de 35 años, él más de una década menor, después de hacer el amor.
La calidad de este libro está fuera de toda duda, transportan al lector a un universo al que en España estamos acostumbrados sobre todo a los libros de Gabriel García Márquez o de Julio Cortázar. Pero Cârtârescu es un enorme poeta y narrador que no se queda atrás. Lo sucio y lo ingenio, lo infantil y lo adulto, lo fantasmagórico y lo divino, se dan la mano y se abrazan en Nostalgia de Mircea Cârtârescu. Quien no conozca sus libros de poesía, bien puede iniciarse en la lectura de su narrativa.
Pero no porque los relatos o novelas del mejor poeta rumano de la actualidad sean más fáciles de comprender. Ya se dijo en la reseña de la novela Soleonide y se repite ahora: el estilo de Mircea es muy complejo, no son libros de una tarde de playa. Los cinco relatos profundizan en complejos universos de sordidez, de ternura, de una imaginación que construye mundos a medida que se los grupos de niñas juegan, con museos subterráneos de los que una pareja pasea de la mano, a medida que los dedos de un arquitecto reconvertido en pianista de renombre mundial se alarga ad infinitum.
Todo ello es poesía, amor, locura, pero también es horror, es miedo. Algunos relatos nos llevarán a pensar en fenómenos actuales como la serie de Netflix El juego del calamar, con grupos de ricos disfrutando de cómo los pobres se juegan la vida y mueren. Porque los divertimentos de los ricos a costa del sufrimiento de los pordioseros se repite a lo largo de la historia. Nostalgia de Mircea Cârtârescu es una muestra de lo terrible que puede llegar a ser el ser humano, pero también de su dulzura.
¿En qué momento los juegos de los niños se convierten en un recuerdo del pasado que jamás volveremos a vivir? ¿En qué momento se dejan de escribir frases en las piedras, como los cerdos de Rebelión en la granja, con leyes absolutas para no caer en la guerra? ¿Cuándo dejamos de soñar tocando una concha debajo de la almohada y dejamos de ver al relator de historias, al escritor que tiene nuestro destino en los folios que salen de su máquina de escribir? Quizás en el mismo momento en el que la vida abre la puerta que separa el mundo mágico de los niños, con esqueletos de hombres enormes enterrados en el campo, del mundo cruel de los adultos.
Nostalgia de Mircea Cârtârescu nos hace preguntarnos todo esto. La maravillosa historia de Gemelos nos desorienta, pero acabamos descubriendo la magia de hasta dónde pueden llegar dos cuerpos y dos almas que se aman hasta las últimas consecuencias. REM, con la narración de Nana, nos hará pensar en el protagonista anónimo de Solenoide, ese narrador del relato Mendébil, y en la posible sucesión de creadores que crean un mundo dentro de otro mundo, como si no fuéramos más que pequeñas criaturas dentro de láminas de papel o de muñecas rusas. El Arquitecto nos adentrará en la locura, la belleza de la música y en el absurdo de la escena del restaurante de la película El sentido de la vida, de los Monty Python.
El Ruletista, el que abre el libro, es una asombrosa historia, más terrenal que el resto del libro, que recuerda a El Jugador de Fiodor Dostoiévski y la imposibilidad de dejar de jugar. Este es a posiblemente el relato más conocido de este libro, pero no es el mejor. La poesía, las continuas referencias literarias más o menos visibles o encubiertas, están en este relato como en el resto. Pero este libro va de menos a más en calidad, en llegar a lo sublime y hacernos viajar por el universo página a página, haciéndonos crecer, tal vez porque realmente es así, que el realismo mágico no es una invención, que quizás lo que sucede es que en Occidente hemos dejado de creer, hemos dejado de soñar, de vivir.
Nostalgia de Mircea Cârtârescu es un ejemplo de que la literatura, mejor dicho, la excelente literatura, nos puede volver a hacer ver la magia en la realidad. De la pérdida de poderes de la infancia cuando afloran en nosotros los deseos sexuales y transitamos hacia la realidad de los adultos, tan alejada de los juegos de los niños. Esa realidad que apesta a sudor y orines, en las que el dinero hace la diferencia entre quien se divierte y quien muere. Aunque la maldad primigenia de la infancia que quema muñecas también existe en el mundo, no caigamos en la simpleza de pensar que los humanos nos corrompemos de adultos, esa maldad, atenuada, también existe en las edades más jóvenes.
Los tintes poéticos están muy presentes en esta obra, como la presencia, de una u otra forma, de escritores. Fracasados normalmente, como el profesor de Rumano de Solenoide, pero escritores al fin y al cabo. De esos libros que pasan unos tras otros, sustituidos rápidamente por los lectores, en un destino cruel que es como la muerte: el final de la vida para todos, con detonantes que la pueden hacer llegar, simplemente, antes, como un accidente o una enfermedad.
En conclusión, se puede decir que Nostalgia de Mircea Cârtârescu es una obra cumbre de la literatura rumana, una asombrosa muestra de cómo se equivocan los que, con condescendencia, hablan de los relatos o de los cuentos como los hermanos menores, peyorativamente hablando, de las novelas. Uno de esos libros que no es uno más, o no debe serlo, de una larga lista de lecturas. Estos cinco relatos tocan en lo más profundo de las fibras de los lectores que saben apreciar un libro soberbio como este.