Irina Paulova es una agente rusa del Centro Internacional de Inteligencia (CII) cuyo trabajo es el de acabar con políticos atrayéndolos con sus técnicas de seducción. En el último trabajo que le encarga un personaje misterioso, ella y su compañera deberán acabar con dos políticos reconocidos en Cataluña: Pol Rivelles y Marc Llach. Paulova es una mujer clandestina en una organización similar.
Clandestina (Caligrama, 2019) es la primera novela de Cristina Redondo. En esta narración presenta un mundo oscuro, hipócrita y cruel. El de la política en el que todo vale para ganar unas elecciones y acabar con todos los rivales políticos, a cualquier precio. El de una agencia secreta especializada en liquidar a quienes los clientes pidan. El cliente paga, el cliente decide a quién matar, la agencia mata.
El personaje principal, Irina Paulova, vive para hacer daño, para matar, disfruta y se excita sexualmente pensando en a quién ha matado o a quién tiene que asesinar. Es básicamente una mujer sin escrúpulos que cumple sus órdenes sin que le estorben los sentimientos. Al contrario de lo que le ocurre a su compañera Ingrid Freya, de forma que ambos personajes se equilibran.
La novela tiene una trama interesante que muestra los entresijos de la política, cómo puedes hundirte tan rápido como has subido. Las luchas por el poder siempre acaban con ganadores y vencidos. Como las misiones de Irina Paulova, en la que ella siempre es la ganadora.
Por este motivo, a pesar del buen argumento de Clandestina, del poso ético que hay detrás sobre la legalidad de las acciones del CII, sobre si el fin justifica los medios en política o sobre si la violencia es la mejor solución a las injusticias y fraudes políticos, es una novela con una serie de puntos débiles.
Los que le faltan a Paulova y al éxito del CII, liderado por Eleanore Taylor. Precisamente, vamos a ello. En una novela, en una película o en cualquier tipo de ficción, lo importante es el conflicto, citando al personaje de Sam Sylvia, director del programa televisivo GLOW de la homónima serie de televisión de Netflix.
¿Qué sucede con Clandestina? Que no hay apenas conflicto, más allá de los personales de Irina Paulova. Esta atractiva mujer, en lo que será un interesante guion de cara a futuras novelas, tiene la misión personal de encontrar a quienes mataron hace años a su familia en Barcelona. Hablamos de una mujer entrenada para matar, no para sentir.
A eso se dedica durante toda la novela, a asesinar sin que fallen nunca los planes. No llega a ser una autómata obedeciendo a Eleanore Taylor, simplemente actúa y hace lo que debe hacer para ganar dinero. Pero sin que aparezca el conflicto, las dificultades, las presiones internas o externas que le impidan cumplir su trabajo. Esas mismas presiones que sí tiene más el personaje de Ingrid Freya.
Clandestina no es una narración larga, se lee con facilidad en poco tiempo. En parte su argumento es bastante verosímil, cualquier puede imaginar cómo debe ser trabajar para personas cuyos puestos dependen de un político que te pone a dedo. Cualquier puede imaginar que en política hay personas de usar y tirar, que se usan como maniquíes de un escaparate bonito y cuando ya no vale, se tira.
Otro punto realista es el que toca al erótica del poder, la relación entre la política y el sexo, así como usar el sexo como arma, bien política, bien literal. Ahí Cristina Redonda sí ha armado un buen argumento verosímil, creíble y al mismo tiempo crítico o que, por lo menos, haga que el lector piense en cuánto de lo que lee en esta novela, en la que prima la acción sobre la reflexión y las descripciones, puede suceder en realidad.
Quizás encuentre el lector paralelismos con la realidad política catalana desde la Transición. Ya que en la novela hay una familia de políticos que han dominado la política catalana durante años, los Rivelles, al igual que en la realidad ha sucedido con los Puyol. Quizás se pregunta el lector si, aunque no se llegue al asesinato, los políticos se lanzan a los brazos de agencias para hundir la reputación de sus rivales.
En este sentido, Clandestina muestra hasta qué punto se puede querer hace daño a un rival político, aunque en el pasado fuera amigo. Y cómo las coacciones y los chantajes pueden llegar a ser muy duros y destruir a una persona no solo en lo profesional, también en lo personal. A este respecto, esta novela puede reconocerse como certera y así lo cree quien escribe esta reseña.
Al igual que puede hablarse de una novela feminista, porque las mujeres son las máximas protagonistas, con un punto de heroínas vengadoras de las injusticias. Quizás la Justicia no sea todo lo justa que debe y no castiga a quien se lo merece, por graves que sean sus delitos. Pero el CII sí lo hace.
En definitiva, Clandestina tiene una base, con un argumento potente, crítico y hasta cierto punto polémico, que le hace ser una novela interesante. Juega con las distintas formas de hacer justicia, de hasta qué punto quienes en el fondo son criminales podrían llegar a ser tratados como justicieros. Pero falla en la ausencia de conflictos, de tensiones, de fallos que permitan ver mas versatilidad en los personajes.