Un hombre está emparedado, inmóvil y dentro de un automóvil que lo está trasladando de lugar. No sabe a lo que se enfrenta, pero está seguro de que su muerte está próxima. En la ciudad de Sevilla, en el mes de octubre, hace todavía tiempo de verano y la inspectora Camino Vargas, jefa de la Brigada de Homicidios, deberá investigar los asesinatos de una serie de hombres que aparecen en distintos puntos de la ciudad.
La novela Especie (Alfaguara, 2021), de Susana Martín Gijón, es la continuación de otra novela ya reseñada en esta web, Progenie. Camino Vargas continúa liderando la Brigada de Homicidios, a cargo de un equipo formado por el subinspector Fito Alcalá y los agentes Pascual, Lupe, Águedo y la nueva, Eva Gallego, a la que pronto unos y otros, por varios motivos, encontrarán un incordio.
Mientras se suceden los crímenes, la inspectora deberá no solo luchar contra el crimen, sino contra la realidad de amar al inspector Paco Arenas, ya fuera del hospital donde estaba, herido con una bala en la cabeza, en la novela anterior. De esta manera, las relaciones personales de los personajes principales (con especial interés la de Vargas con Arenas) se mezclarán de una u otra manera en la investigación de los asesinatos. Que la inspectora Camino Vargas tratará de dirigir sola, lo cual no le gusta, porque prefiere tener a un superior como Arenas dando las órdenes y ella seguirlas, que tener que llevar la responsabilidad de un caso que parece irresoluble por la capacidad de su autor o autores de no dejar huellas.
¿Quién está matando a estas personas y qué le motiva a apalearlas, inflarlas de comida hasta que revientan o a amputarles los miembros? Ese es el misterio que deberán resolver los agentes, en una novela policial muy bien escrita, con capítulos cortos (cada vez es más habitual que estas novelas tengan capítulos cortos) que llevan de manera continua a seguir leyendo sin parar, con un estilo que mezcla el humor con lo macabro de la propia trama, las razones de los crímenes y su propia ejecución.
Porque en la novela Especie vemos cómo prosigue el estilo literario de Susana Martín Gijón: elabora tramas muy completas, sobre temas muy complejos de la sociedad y que llevan o pueden llevar a una reflexión profunda. Es decir, como una buena novela policial o novela negra que se precie. Pero, además, aporta un toque de humor que si bien en la novela Progenie creo que restaba algo de seriedad al relato, en este caso no desentona tanto. Sobre todo cuando la investigación se convierte en algo personal.
La trama lleva al lector a la complejidad de las relaciones del ser humano con los animales, los derechos de estos, cómo defenderlos y qué consecuencias tiene el capitalismo y la falta de sensibilidad con el resto de especies que pueblan el planeta. Un trasfondo muy complejo y que se va desgranando poco a poco con la ayuda de Evita Gallego, joven agente cuyo novio, Ramón, es abogado y miembro de una federación mundial en defensa de los animales, es un experto en la materia.
Esta novela Especie está muy bien estructurada, tanto en ritmo como en lenguaje, así como en cómo la madeja de la trama de los asesinatos se va deshaciendo al pasar las páginas. Por algo, con esta segunda novela que publica con Alfaguara, Susana Martín Gijón se está convirtiendo en una referencia de la novela policial española, exponente de una tendencia que lleva a que no son hombres los que protagonizan estas novelas, sino mujeres policías. Otra cosa diferente, cuestión de gustos, es definir estas novelas como literatura feminista.
Lo que está claro es que el feminismo y el cambio social se reflejan en esta novela de varias formas, no solo porque haya varias mujeres (la inspectora Camino Vargas, las agentes Lupe y Evita Gallego, o la forense Micaela, entre los principales del libro), sino por una vida cotidiana y un punto de vista femenino ausente en la mayor parte de la literatura. La libertad sexual y la propia fisiología femenina aparecen como tales en esta narración, lo que hace años no era tan normal, en el presente lo es cada vez más.
De esta manera, la novela Especie de Susana Martín Gijón entrelaza muchas cuestiones sociales de manera magistral. El desarrollo del libro es perfecto, aunque es cierto que dada la temática de Progenie, a lo largo de esta segunda obra de la autora con Alfaguara es más o menos sencillo dar con la clave principal del libro. Seguro que un lector habitual de novela policial sabrá reconocer pronto ciertas claves de la narración, pero la resolución del libro no se ve llegar, lo cual es un acierto porque el lector no debe conocer hasta la recta final quién es el asesino.
Ya que está claro que el tema principal de la novela es muy visible desde el inicio, con una serie de indicios que apuntan a una dirección clara, fácilmente detectable para los lectores con experiencia en el género, los que se fijan en los detalles y tienen conocimientos de cómo es la estructura canónica de una novela policial. Estos lo verán de forma más clara, mientras que el resto, seguramente se sorprenderán aún más y no se verán decepcionados por por la novela Especie, su estructura, su temática, su humor, su trama policial, su ritmo, su lenguaje y todo lo que se desentraña de su lectura.
En definitiva, podemos decir que la narración está bien estructurada, con buen ritmo, tratando cuestiones sociales y policiales importantes (en este punto, sí es muy habitual que una novela policial trate sobre los límites de la acción policial, si merece la pena cruzar los límites de la legalidad para resolver un caso y salvar vidas) que hacen reflexionar a los lectores. Un gran valor de este tipo de novelas y que Martín Gijón maneja con gran maestría, como podrán comprobar quienes lean Especie y Progenie.
Así que la novela Especie es muy recomendable, de principio a fin. Una de esas novelas que hay que tener en la biblioteca personal de una casa o leer de cualquier manera. Y supongo que el nombre de Martín Gijón seguirá sonando y mucho en el panorama de la novela policial española si continúa con este tipo de novelas. Como en otros casos de autoras de novela policial, como el de Carmen Mola.
Acabo esta reseña de la novela Especie, además, con un detalle curioso que une a las dos escritoras: si se busca el nombre de Susana Martín Gijón en Google, en las búsquedas relacionadas aparece el nombre de Carmen Mola, pero lo curioso es que la fotografía que acompaña la descripción de Mola es la de Martín Gijón. Lo más lógico es pensar, obviamente, que no son la misma persona, pero está claro que se trata de dos escritoras que se plantean en la actualidad como autoras con una enorme progresión en la literatura española.