Corre el año 1572. Inés Ramírez ha heredado la imprenta de su viudo, el impresor Antonio Lozano, en la villa de Alcalá de Henares. Una noche, un hombre extraño llama a la puerta pidiendo un encargo que Antonio Lozano les debe a unas personas y que ha venido a buscar: un ejemplar del libro De Viris Illustribus, de San Jerónimo. Al no tenerlo, el hombre tiene que irse con las manos vacías, pero da su palabra de que volverá.
‘El taller de libros prohibidos‘ (Ediciones B, 2018) es una novela histórica de la escritora Olalla García en la que Inés Ramírez hará lo posible por encontrar el libro que su marido debía entregar y no pudo hacerlo debido a su muerte. Para lograrlo contará con la ayuda de otro hombre misterioso, el tirador de imprenta Pierre Arbús, de origen gascón que trabajaba en una imprenta en Barcelona y recala en Alcalá de Henares.
El relato y la narración de este thriller histórico son muy buenos, mezclando historia y ficción de forma magistral alrededor del mundo de la imprenta a finales del siglo XVI en una villa de Alcalá en la que las vidas de Inés Ramírez y Pierre Arbús cambiarán para siempre. Todo por encontrar el libro De Viris Illustribus. Todo por el hallazgo de un oscuro cargamento de cartas ilegales que Antonio Lozano guardaba en su casa-imprenta.
Inés Ramírez, como viuda en el siglo XVI, estaba sujeta a las normas morales, éticas y religiosas de la época, debiendo guardar el correspondiente luto durante un año sin salir de casa, durmiendo una habitación a la que no debían penetrar los rayos del sol. En un mundo de mujeres temerosas de Dios y hombres que debían llevar siempre las riendas de los negocios, Inés Ramírez no será ni una viuda ni una dueña (no maestra) de imprenta, taller y librería como las demás.
‘El taller de libros libros prohibidos‘ es una fenomenal novela de la magia que se esconde en los libros impresos a la manera del siglo XVI. Una magia que puede ser blanca, buena, si los libros que se imprimen no están incluidos en el Índice de Libros Prohibidos de la Santa Inquisición. O magia negra en el caso de ser textos prohibidos por un catecismo español que era, como reza el dicho popular, más papista que el Papa, prohibiendo libros que Roma no daba por herejes ni pecadores.
Con estos dos personajes, Inés Ramírez y Pierre Arbús como principales, y numerosos secundarios como Ana, la madre de Inés y María; Juan Gracián, impresor y cuñado de Inés; el padre Eusebio Vázquez; el poderoso Enrique Formil; el joven Albertillo, aprendiz en el taller de Antonio Lozano y posteriormente de Inés; al maestro Gabriel, que hará todo lo posible por heredar la imprenta de Antonio Lozano… la autora presenta una novela de intriga digna de leerse.
Intriga y peligro, mucho peligro, es el que rodeará la búsqueda del libro cuando se descubra su conexión con uno prohibido por criticar duramente la fe católica. Peligro que acercará a los protagonistas a las llamas del Infierno, al acecho en cualquier rincón de la villa de Alcalá de Henares, desde la no recomendable para mujeres calle de las Damas hasta la iglesia de San Justo. De día y, sobre todo, de noche.
Para quien escribe esta reseña de ‘El taller de libros prohibidos‘, en la novela no solo hay un homenaje a la imprenta y también a las mujeres que se alejan de la obligación de ser lo que los demás quieran (en este punto Inés y María Ramírez son dos ejemplos muy claros), no solo a la cultura, a los libros y a quienes durante siglos los imprimían de forma artesanal en imprentas.
También a la ciudad de Alcalá de Henares, que los alcalaínos deben reconocer. Otro punto, como el homenaje a la palabra escrita, a los libros, las imprentas y los impresores, en el que esta obra coincide, aunque un par de décadas antes, con el argumento de otra novela histórica reseñada en este blog: ‘El susurro de las ninfas‘ (Playa de Ákaba, 2017), de Kandu Banna.
La trama de la novela no tiene ni un solo «pero», presenta un estilo muy bueno, fácil de leer, que engancha y que refleja de forma muy buena la vida de la época, las dificultades para salir adelante con las normas del Reino que muchas veces impedían más que facilitaba el trabajo de los impresores y libreros. Y el tremendo poder de la traición, del odio, de la venganza y del temor continuo a despertar la ira de Dios. La Religión, tan omnipresente durante siglos en los Reinos españoles como el de Castilla.
Pero en esta novela también hay espacio para el humor y para el amor, dos armas poderosas. El primero no tendrá demasiada importancia a pesar del empeño de ciertas jerarquías eclesiásticas por impedir el humor porque quien se ríe le pierde el temor a Dios, una de las grandes reflexiones de novelas como ‘El nombre de la rosa‘, de Umberto Eco, obra maestra literaria y cinematográfica.
El amor, sin embargo, mueve montañas y será una pieza fundamental en el puzle de esta novela histórica en la que Olalla García da una lección de Historia y de Literatura. Lectura más que recomendaba, obligada para el amante de la novela histórica y del noble y bello arte de la imprenta. Romanticismo puro y duro para quien se imagine el olor de los libros recién impresos al modo antiguo. Romanticismo puro y duro, ‘El taller de libros prohibidos‘, para cualquier lector que se precie de leer buenas novelas.
Porque la vida ha cambiado mucho, pero en el siglo XVI no era una labor sencilla de la imprimir y vender libros -bueno, en los últimos tenemos casos en España como el del secuestro de la novela Fariña o la censura y prohibición de venta del famoso número de la revista El Jueves con el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia en la portada que demuestran que aún lo es-. En cualquier momento la ruina podía aparecer cuando un libro se prohibiera y aún quedaran copias, ni tan siquiera a la venta, sino para consumo propio.
¿Será De Viris Illustribus motivo de ruina para la joven Inés Ramírez y Pierre Arbús? Lo que es seguro es que quien lea esta novela la disfrutará muchísimo, como con cualquier novela de altura como es ‘El taller de libros prohibidos‘.