Este ‘Soneto a mis claveles’ lo escribí en el mes de mayo de este año y lo recité en la presentación de mi poemario ‘Los versos del destierro‘ (Playa de Ákaba, 2016), en junio, en un acto que tuvo lugar en la Librería Diógenes de Alcalá de Henares. El libro lo presentó el compañero de la editorial Elías López de la Nieta.
El soneto no es perfecto, es mejorable, por supuesto. Se trata de uno de los primeros que he escrito y escribir sonetos es muy difícil, no pretendo escribirlos perfectos desde el primer intento. Está compuesto por versos alejandrinos (14 sílabas, arte mayor) y es este.
Soneto a mis claveles
¡Ay, se están secando las hojas de mis claveles,
se marchitan con la ceniza del desamor,
cómo amargan en los amantes labios las mieles,
cómo pierden las caricias todo su dulzor!
¡Ay, cómo están perdiendo la fe en su Dios los fieles,
se apaga fulminante del sol el resplandor,
cómo se han silenciado sus rezos oropeles,
cómo se rompen sus rosarios con mi dolor!
Una metáfora lanza su último suspiro,
sus pétalos tornan en un mortuorio zafiro
y el aire frío penetra en mi latido inerte.
La brisa diluye la fuerza de los gigantes
-¿quién ha robado del firmamento los diamantes?-
y la mariposa huele el aroma de la muerte.