Poetizar el dolor. El uso terapéutico del arte, la literatura y, más concretamente, de la poesía. Expulsar el miedo en forma de versos directos, concisos, que se quedan rondando el estómago y la conciencia de los lectores. Esta es la forma más sencilla y a la vez más difícil que encuentro para definir el poemario ‘Duelo de almas‘ (Playa de Ákaba, 2017), de Mariví García Gallego.
Porque ‘Duelo de almas‘ no es una lectura indiferente, es imposible quedarse al margen de la realidad poética de esta obra. El lector que tenga en sus manos este poemario lo recordará para siempre, se quedará impregnado en su mente, en las entrañas, en lo más profundo de su ser. Que es de donde han nacido.
Porque si el título es una declaración de intenciones, no sólo se trata de eso. Es una excelente conexión entre el alma de la poeta y el alma del lector. Entre la mirada de la cubierta, de la fotógrafa Ouka Leele, y la mirada del lector. Es una lectura en cierto modo complicada, pero necesaria.
En 21 poemas dedicados a la rabia (primera parte) y en otros 10 dedicados a la esperanza (segunda parte), Mariví García Gallego abre su corazón al resto del mundo. Y el resto del mundo no puede permanecer ajeno a su historia. Verso a verso, este poemario te atrapa y te ayuda a comprender la metamorfosis de su autora desde el dolor hasta la esperanza.
«No pudo / con nuestro amor / porque es / tan fuerte / como el forjado» y «sé por qué Dios me hizo / mujer, / el sexo fuerte / para amarte» son versos que prueban y demuestran cómo Mariví ha escrito este poemario como un regalo de amor a su hija, que ha ilustrado cada poema con un dibujo.
‘Duelo de almas‘ es, en definitiva, un bello poemario, hermoso, aunque sea duro por su estilo directo, sin ambages. Una prueba de la fortaleza de una mujer y del sexo femenino, alejado completamente del estereotipo de mujer débil en contraposición al hombre fuerte. Todo lo contrario: es de una fuerza inconmensurable que usted, lector, debe leer.