En el año 814, un correo del obispo Teodomiro, Benigno, llega a la corte del Rey Alfonso II ‘El Casto’ en Oviedo para comunicarle una importante noticia que cambiará el mundo de la cristiandad: en el monte Libradón se han encontrado los supuestos restos del Apóstol Santiago. En ese momento, el rey se pondrá en marcha junto a su amigo el monje Perfeuto y a Benigno, en lo que se conoce como el Camino Primitivo.
Este es el arranque de la apasionante novela ‘El primer peregrino‘ (Playa de Ákaba, 2016), escrita por Javier Tapia Salas y que narra la aventura vital de este monarca, desde su infancia en el monasterio de Sámanos (Gallecia) hasta el momento en que parte para confirmar que es el Apóstol Santiago quien está en la tumba hallada por un hombre al ver caer unas luminarias del cielo en aquel lugar.
‘El primer peregrino‘ es una novela histórica que sobresale por su documentación, por su acción, por las intrigas políticas y religiosas, por su narrativa y por sus mensajes que, siempre en boca de sus personajes, se hacen sobre las distintas concepciones de la naturaleza (al servicio o no del ser humano) o de la mujer (sumisa o no al hombre).
Puntos de vista los de la doctrina de la Iglesia Católica y los que le enseñan el druida Chano y la tía Adosinda (hermana del Rey Fruela ‘El Cruel’, padre de Alfonso II) al joven heredero, que los absorberá y se guiará por ellos en el futuro, pero sin alejarse de la cristiandad, ya que se considera cristiano, es decir, seguidor de la palabra de Jesucristo.
El lector seguirá las experiencias vitales de Alfonso II desde su juventud bajo la educación cristiana de Argerico en el monasterio de Sámanos hasta su edad madura, en la que recorrerá sus propias tierras (las del norte de la actual España, en continua lucha con los musulmanes, que dominan en el siglo IX el resto de la Península), pero siendo precavido, porque a lo largo de su vida, debido a las influencias de Chano, alejadas de la ortodoxia cristiana, se ha labrado una serie de enemigos.
Esta novela, sin embargo, no es simplemente una novela histórica. Es un acercamiento a la magia y a la espiritualidad, al respeto a las diversas ideologías y puntos de vista, que se encuentran en los peregrinos que, a millones, recorren el Camino de Santiago. Una novela sobre lo que hoy en día llamamos feminismo, sobre el conocimiento de la naturaleza, aprehender lo que la Tierra ofrece, respetándola, para mejorar la vida de los hombres y las mujeres.
Y esta es una novela, además de alejada de los adoctrinamientos intolerantes, sobre la búsqueda de uno mismo. Sobre el amor del ser humano hacia el ser humano. Pero también sobre los instintos más violentos que puede acoger la mente, el corazón y el alma de los hombres. Una obra sobre el bien y el mal, sobre la entrega a los demás y sobre el egocentrismo, sobre la verdad y la mentira, el odio y el amor.
Alfonso II ‘El Casto’ es el primer peregrino. Pero en el más amplio sentido de la palabra, cada ser humano, a lo largo de su vida, recorra o no el Camino de Santiago en cualquiera de sus sendas, en la búsqueda de la felicidad, el amor y el respeto, es día a día el primer peregrino. Y usted, lector, si tiene esta novela entre sus manos, será uno más. Más allá de religiones y creencias.