Con esta novela, el autor ha ganado el Premio Planeta 2017
David Salas es un joven lingüista que trabaja en el Trinity College de Dublín. Su madre y su jefa conspiran para que se vaya a pasar unos días de vacaciones a Madrid en la supuesta búsqueda de un libro, el Primus calamus. Pero al llegar a la capital española una joven llamada Paula le pide verse en el hotel donde está alojado y le introduce de lleno en los planes de una escritora, lady Victoria Goodman, vieja conocida de su abuelo materno, el famoso escritor José Roca.
El joven lingüista, sin quererlo del todo, se ve involucrado entonces en una oscura trama de un supuesto club literario llamado ‘La Montaña Artificial’ en el que un extraño y heterogéneo grupo de personas no solo se dedica a hablar de literatura y de las conexiones de las grandes obras literarias de la Historia, sino a la búsqueda de uno de los grandes misterios de la Humanidad: el Santo Grial, su verdadera naturaleza y emplazamiento.
‘El fuego invisible‘ (Premio Planeta, 2017), de Javier Sierra, es una novela de misterio, de intriga y fantasía, sobre lo sobrenatural, lo esotérico, como las que suele escribir el autor (recuérdense sus novelas ‘La cena secreta‘, ‘Las puertas templarias‘ o ‘El secreto egipcio de Napoleón‘). En la que lo visible y lo invisible se entremezclan en una misteriosa madeja, en una tela de araña en la que, si los mosquitos o insectos no tienen cuidado, quedarán atrapados y serán devorados por la araña inmisericorde.
David Salas es uno de esos insectos que se ven atraídos por la luz aunque por ello sufra el peligro de morir. Porque precisamente, eso, la luz de la inspiración, la luz que irradia la poesía la literatura, el conocimiento del más allá, la confirmación de las sospechas de lady Victoria Goodman acerca de la verdadera naturaleza y procedencia del Santo Grial, es una fuerza más poderosa que la precaución.
Movido por la curiosidad y por la atracción hacia Paula, el joven lingüista se verá envuelto en una peligrosa búsqueda, a pesar de las señales que le indicarán que lo mejor es abandonar esta aventura en la que le han obligado a meterse, y volver de sus vacaciones, que no resultan ser tales, a Dublín. Sin embargo, no lo hace.
‘El fuego invisible’ es una novela en la que los misterios se van resolviendo poco a poco -incluso el lector los descubrirá antes que los protagonistas en algunos casos- con una trama en la que tienen igual cabida lo misterioso, lo divino, lo humano, lo artístico, lo literario y lo filosófico. En ese sentido, la estructura de la obra es perfecta, con capítulos cortos cuyo final no tiene por qué significar ni siquiera un cambio de escenario, del estilo de El código Da Vinci, de Dan Brown, una obra a la que homenajea lady Victoria Goodman (el propio Sierra lo hace con esta misma novela, similar en varios aspectos) alabándola y defendiéndola como una gran obra de la literatura frente a los que puedan opinar lo contrario.
Bien es cierto que el lector encontrará más pronto que tarde las verdaderas intenciones de la vieja escritora, amiga del abuelo del protagonista, el verdadero motivo de los viajes a los que se enfrentarán sus protagonistas por la geografía española, por ejemplo, en la búsqueda de las pistas que quedaron grabadas por los maestros del arte románico y que se concentran en Cataluña. Aun así, el ritmo es bueno, la lectura es fácil y permite al lector engancharse a ella.
Para quien escribe esta reseña de ‘El fuego invisible‘, la novela, en el fondo, trata sobre las relaciones entre lo sobrenatural y la literatura, sobre el genio de los artistas, sobre la capacidad de creación, lo misterioso que es la inspiración humana, y sobre cómo ese fuego que alumbra, mal dominado, puede llegar a quemar y a destruir. Y ahí, en las conexiones entre los esotérico y lo literario, en opinión de este autor, está la fantasía de la novela y su gran valor literario.
A pesar de que la novela tenga una base filosófica y artística real, ‘El fuego invisible’ no es un relato realista puro y duro por decirlo de alguna forma, juega con lo científico y lo pseudocientífico a partes iguales, con lo conocido/comprobable y con el inmenso mundo de lo desconocido/no comprobable. Y precisamente en esa parte de lo desconocido es donde Javier Sierra sabe hacer que el lector se meta de lleno en la historia.
Las historias de ficción, las narraciones, las mentiras vestidas de historias, cuentos, leyendas o mitos, han interesado al ser humano desde el principio de los tiempos. Desde que los primeros hombres se reunían alrededor de las hogueras y se contaban historias. Desde que pintaban en el interior de las cuevas bisontes con fines mágicos, creyendo que pintándolos en las rocas, aún conservadas en lugares como Altamira (Cantabria), la caza sería un éxito seguro.
Javier Sierra conoce a la perfección la necesidad de que nos cuenten historias y narraciones, aunque sean mentiras, de que nos hagan creer que los mitos y leyendas pueden ser reales, más aún si cabe si se crea una historia de ficción alrededor de una serie de hechos reales que no suponen que la fantasía posterior, resultado de lo tangible, sea más que eso: una fantasía, un cuento para adultos. Una especie de cuento para los lectores, sí, pero también para los propios escritores.
Por estos motivos, ‘El fuego invisible‘ es tan buena novela, por mezclar la verdad y la mentira, la Historia y el mito. Y lo hace a la perfección con menciones a la vida y obras de literatos como Twain, Valle-Inclán o Unamuno. La trama en este sentido, por parte del ganador del Premio Planeta 2017, es genial, atrae y aunque el lector sepa que partes de esta novela son tan fantasiosas como puedan serlo ‘El código Da Vinci‘ o ‘Ángeles y Demonios‘, con fenómenos que no son reales, pero que tenidos en cuenta como metafóricos son perfectos, no puede parar de leer y de meterse en la historia. Porque la construcción de la narración es impecable.
Ocurre lo mismo con una película que el autor de esta reseña ha recordado a medida que leía ‘El fuego invisible‘, en lo relacionado con la búsqueda de la verdad, con la búsqueda del Grial, con la elección de la pregunta acertada para conocer esta verdad, ya que quien hierra preguntando no podrá conocer lo que ansía: ‘Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores‘, de los Monty Python.
Es una película, los acontecimientos que suceden no son reales, aunque sí muy cómicos, y no se puede apartar la vista de la televisión. Y tienen en común la búsqueda del Santo Grial por parte del Rey Arturo, también mencionado en la novela de Javier Sierra, que echa mano del ‘Perceval‘ o ‘El cuento del grial‘, comenzado a escribir por Chrétien de Troyes a finales del siglo XII, incompleto y que otros autores prosiguieron, como base de su novela.
En definitiva, ‘El fuego invisible‘ es otra novela de misterio, de esoterismo, de religión, de metaliteratura, sobre un objeto tan misterioso y sagrado como es el Santo Grial, como lo es la inspiración artística, que nace de nuestro interior de forma maravillosa.