Portada de Donde fuimos invencibles

María Oruña sobre su novela ‘Donde fuimos invencibles’: «Esta historia es un canto de amor abierto a los libros, a la cultura y a los clásicos»

La escritora participó el jueves 31/01/2019 en un chat online en el Portal del Lector de la Comunidad de Madrid. El 7 de marzo por la tarde estará en un encuentro en la BPM Elena Fortún de Madrid


La escritora María Oruña, conocida por su trilogía de los Libros del Puerto Escondido, protagonizada por Valentina Redondo (teniente de la Guardia Civil), participó el pasado jueves 31 de enero en un chat online en el club virtual de lectura ‘La mirada femenina en la investigación policial’ en el Portal del Lector de la Comunidad de Madrid.

Durante una hora contestó a algunos de los lectores que estuvieron en este chat online planteándole principalmente cuestiones acerca de su novela ‘Donde fuimos invencibles‘ (Destino, 2016), en la que Valentina Redondo tiene que investigar los extraños fenómenos paranormales y las muertes que tienen lugar un verano en la Quinta del Amo.

Este lugar, situado en el pueblo cántabro de Suances, es propiedad de un escritor estadounidense llamado Carlos Green (para más información, esta es una reseña de ‘Donde fuimos invencibles publicada previamente en este blog).

Acerca del trasfondo de la obra, explicó lo siguiente: «Es una crítica al abandono institucional de la cultura. Todos mis libros, de forma más o menos sutil, tratan estos puntos. En ‘Un lugar a donde ir‘ se critica también el abandono institucional a la ciencia y la investigación. ‘Puerto Escondido‘ se revela como una crítica al abandono de la historia, pero no sólo por parte de las instituciones, sino también por parte de nosotros mismos».

A continuación, estas son las preguntas y respuestas a las preguntas planteadas en el chat online por sus distintos lectores participantes:

NOEMI: Lo primero que quería preguntarte es si te inspiraste en alguien en concreto o en varias personas para crear el personaje de Valentina Redondo.

MARÍA ORUÑA: Pues Valentina es un compendio de varias personas, al igual que el resto de los personajes, no tiene un alter ego real. Valentina representa la dualidad que todos llevamos dentro. Por un lado, su perfección en el trabajo, y por otro, su sensación íntima y personal de ser un completo desastre. El hecho de que tenga los ojos de dos colores potencia esta idea de dualidad.

MANUEL: Supongo que para la autora será difícil decidirse por una de las tres novelas de la serie, pero ¿cuál es tu preferida?

MARÍA ORUÑA: No tengo novela preferida, de verdad. Cada una es diferente. ‘Puerto escondido‘ lo escribí desde la ingenuidad, la frescura. No sabía si lo iba a leer alguien. ‘Un lugar a donde ir‘ es el libro más técnico de todos, el más elaborado. Y ‘Donde fuimos invencibles‘ es el libro de fantasmas que siempre quise escribir, el más disfrutón de todos.

ALPANA: Hola María, me gustaría preguntarte si te ha resultado difícil escribir el libro, o recrear las escenas dentro del palacio.

MARÍA ORUÑA: Alpana, siempre es difícil escribir un libro. Y más si es una novela de misterio/enigma/negra/thriller. Debe ser interesante, pero no forzar los giros, que no parezcan impostados. Pretender innovar todo el rato es imposible. La historia debe valer la pena, pero para cada historia hay una técnica diferente, porque así lo pide la trama. Como dije, para mí ‘Donde fuimos invencibles‘ fue el libro más disfrutón que he escrito. ¡Entrevistar a un cazafantasmas de verdad fue lo más!

LORENZO: Cuéntanos más del cazafantasmas, María…

MARÍA ORUÑA: El cazafantasmas me quería llevar a una sesión «espiritual» nocturna en un viejo hospital, pero justo entonces me pareció tener (tras muchas entrevistas) el material suficiente y decliné la invitación. Necesitaba alguien que creyese en fantasmas, y como suele suceder, cuando buscas encuentras.

NOEMI: Imagino que escribir sobre fantasmas, fenómenos paranormales, psicofonías, apariciones, etc., no es fácil. ¿Cuáles han sido tus fuentes para afrontar este reto?

MARÍA ORUÑA: Mis fuentes fueron varias. No sólo logré entrar en el Palacio para documentarme (acosé moderadamente al responsable de cultura del ayuntamiento de Suances), sino que volví a perseguir amablemente a mis colaboradores habituales: forenses, guardias civiles… Acudí también a muchas bibliotecas en búsqueda de revistas científicas, etc.. Y me compré muchos libros muy raros. ¡Fue mucho más fácil encontrar material de quien sí creía en fantasmas que material que los explicase científicamente!

ALPANA: Para ti, y acerca de esos fenómenos paranormales que sucedían dentro del palacio, ¿cuál ha sido el que más has disfrutado relatando?

MARÍA ORUÑA: Alpana, lo que más disfruté narrar fue el momento en que Carlos Green sube al ático, justo antes de desmayarse y fantasma incluído. Ah, qué maravilla fue escribirlo.

LORENZO: Es interesante entrar en contacto con lo esotérico desde el escepticismo, y contar que lo esotérico existe en la mente de quien cree en ello, como tú haces también en este libro.

MARÍA ORUÑA: Sí, Lorenzo, pero intento hacerlo con respeto. Si os fijáis, el cazafantasmas cree, pero se cuestiona lo que ve y lo que escucha, es consciente de que «quiere creer», por eso acude a la charla de Machín. Pero en ningún momento pretendo ridiculizarlo, sólo quiero acceder a ambos puntos de vista.

NOEMI: Algunas curiosidades mías: ¿Por qué elegiste a Patti Page para la gramola? ¿Qué te parece el hecho de que un libro pueda estar valorado en 200.000 euros, como sucede en tu historia con el libro de Copérnico?

MARÍA ORUÑA: Escogí a Patti Page no por su música exactamente (aunque por supuesto tenía que corresponder a la época) sino por el contenido de su música. La última canción no suena porque sí. Habla de ese invierno al que todos llegamos en un momento u otro. Y dice qué hacer cuando estemos hundidos, que es seguir caminando. Y en toda la novela no conozco a ningún personaje que haya conocido más inviernos que Carlos Green, empeñado en torcerse siempre. Él está buscando cómo seguir caminando.¡Que un libro tenga ese valor económico me encanta! La novela, además de la trama de misterio, tiene un poso más profundo. No sólo el rememorar cómo éramos y nos sentíamos cuando pensábamos comernos el mundo (casi siempre en la juventud), sino que esta historia es un canto de amor abierto a los libros, a la cultura y a los clásicos como Henry James o Agatha Christie. ¡Que salgan clubs de lectura y bibliotecas no es casualidad! Y si pensamos las motivaciones del «asesino»…

ZUZANA: ¿Y que te dicen las bibliotecarias que hayan leído tu novela ‘Donde fuimos invencibles’? ¿Empatizan con Adela, el personaje de esta entrega? ¿Se ven en su pellejo?

MARÍA ORUÑA: Zuzana, las bibliotecarias y bibliotecarios están encantados. He intentado ser fiel a ellos. Por ejemplo, lo que dice Adela de que ellos no son un kiosko, que tienen que tener máquinas para vender comida, etc., para así poder comprar libros… eso me lo han dicho a mí en varias bibliotecas. Una pena. Siempre pienso que para el fútbol hay presupuesto pero para libros no.

MANUELA: ¿Has tenido alguna experiencia un tanto extraña en tu vida para escribir sobre fantasmas?

MARÍA ORUÑA: Manuela, nunca he tenido ninguna experiencia paranormal. Yo no creo en fantasmas. Creo en la ciencia. Pero también pienso que todavía no tenemos todas las llaves de la ciencia. Hoy sabemos explicaciones científicas de asuntos que hace 200 años eran leyenda, misterio. Creo que todavía tenemos mucho por descubrir. Por eso traté de hablar con respeto de los dos posicionamientos, el de la fe (representado por Christian Valle) y el de la razón (representada por el profesor Machín).

NOEMI: Por cierto, ya que hablamos de ciencia. María, ¿crees que en el siglo XXI lo hemos apostado todo a la ciencia y la tecnología? ¿No te parece un pequeño peligro que creamos en la ciencia como en un nuevo Dios, capaz de solucionarlo y explicarlo todo? Por ejemplo, es un hecho el auge y la masificación en las carreras científicas, mientras que algunas carreras de letras tienen las aulas casi vacías. ¿No crees que se fomenta demasiado el “cienticismo” en nuestra sociedad?

MARÍA ORUÑA: Me gusta esa reflexión que haces sobre la ciencia y sí, tendemos a explicar todo, al purismo científico. Yo misma soy ciencia, en mis libros no encontraréis fantasía, pero estamos abandonando la espiritualidad, el contacto con la naturaleza, la meditación. Todo esto que en Oriente es normal, aquí abstraemos todo, hasta los duelos y los funerales los hacemos asépticos. Es algo para reflexionar.

MANUEL: En la novela ‘Un lugar a donde ir‘ trata de pasada el tema del calentamiento global y el cambio climático, de ONGs «buenas» y «malas». ¿Por qué utiliza el nombre de Lovelock para una de las «malas», siendo el nombre de un personaje real James Lovelock? Aunque en ocasiones polémico, de alguna manera da la sensación que lo estás desprestigiando.

MARÍA ORUÑA: No pretendía desprestigiar a Lovelock. Pero todos los simbolismos cuentan. Esa ONG en realidad estaba pervirtiendo su motivación original, la adaptaba a sus objetivos reales. Esto sucede con frecuencia: tomamos una idea, la maquillamos y la potenciamos, pero luego vemos cómo algunos la han pervertido y utilizado en beneficio propio.

MANUELA: Al leer tu novela es como si estuviera viendo un película, ¿te gustaría que se llevara al cine?

MARÍA ORUÑA: Por supuesto que me gustaría que llevasen mis libros al cine. Saldrían peliculones, os lo digo yo. ¡Esperemos que una buena productora se decida finalmente!

ALPANA: ¿Con qué personaje del libro te sientes más identificada?

MARÍA ORUÑA: Alpana, te tengo que confesar que le tengo especial cariño a Sabadelle. Me río en alto, con frecuencia, cuando escribo sus escenas. El momento en que dice que la chica que ha entrado en la cocina del Palacio del Amo parece la niña de The RIng, me reí tanto en mi escritorio que tuve que parar un segundo. Con frecuencia me preguntan si Valentina es mi alter ego, pero yo sé que me parezco más a Sabadelle, soy bastante bromista en mi vida personal.

MANUEL: Hay partes de en la novela ‘Puerto escondido‘ que me recuerdan a las novelas de la trilogía del Baztán, tanto por descripción de lugares, personajes y la trama en sí. ¿De alguna manera le han servido de inspiración?

MARÍA ORUÑA: Manuel, me temo que no, que no me inspiré en Baztán. Siempre nos comparan a Dolores Redondo, a Eva García y a mí, imagino que por ambientar en el norte y en ámbito rural. Las he leído, y nuestra técnica narrativa es muy diferente, de las tres. Y ya no hablemos de la utilización o no de la fantasía en las tramas. Sin embargo, más allá del tema literario, admiro a Dolores Redondo que sí me inspiró para atreverme a mandar mi manuscrito a agencias literarias.

A Dolores Redondo la vi por primera vez en Página 2 (yo ya había escrito ‘Puerto Escondido’) y me sirvió de inspiración para saber que sí, que se podía publicar sin ser famoso ni similar, que el sueño era posible. Comencé a enviar mi sinopsis a todas las agencias literarias de España, creo, durante 6 meses, en que recibí muchas negativas. Pero la tomé a ella como inspiración y al final, ya véis, una agencia dijo SÍ.

ZUZANA: María, me intriga el personaje Oliver Gordon. ¿Por qué optas por incorporar a un «extranjero»? ?Y por que inglés? ¿Tienes lazos especiales con su cultura o ha sido el azar?

MARÍA ORUÑA: A veces Oliver le puede restar protagonismo a Valentina. Mis novelas, las tres, son corales. Cada personaje tiene una función. Y Valetina no tiene por qué ser siempre listísima ni resolverlo todo. Yo quiero hacer las novelas como la vida, en que a veces unos brillan más que otros y unos evolucionan más que otros.

NOEMI: ¿Cuáles son tus referentes literarios, María? ¿Qué libros te gusta leer?

MARÍA ORUÑA: Noemí, sobre mis referentes literarios… me lo preguntan mucho. Me encanta la literatura de posguerra. Pero no tengo escritores de cabecera, sino historias de cabecera. Hay autores que sé que escriben muy bien, pero no todas sus historias me interesan. Leo de todo y muy variado. Disfruté tanto con ‘Los papeles de Aspern’ de Henry James como con ‘El código Da Vinci‘ de Dan Brown, qué queréis que os diga. Creo que hay literatura «comercial» muy buena y al revés, «alta literatura» aburrridísima.

ALPANA: María, ¿tienes algún ritual personal a la hora de escribir?

MARÍA ORUÑA: Alpana, ¿ritual, yo? Pues básicamente aprovechar todo mi tiempo libre para ello. Ahora ya no ejerzo de abogada (hasta hace poco sí) y mi horario de trabajo es el escolar de mi hijo y bueno, todos aquellos ratos que puedo robar al fin de semana y a la noche. Mientras me documento (6 meses de media) no escribo nada. Hay autores que si no escriben todos los días les da algo, pero a mí no. Seré rara, ¡quizás!

Cuestionada al final por la mezcla de géneros (misterio, policíaco y romántico) en esta novela, ha reconocido que escribe lo que denomina «híbridos». «No programo el contenido de lo que escribo, siempre me sale así: misterio, algún crimen conductor, un poso más relevante que contar. Que encontremos el amor/desamor en una historia para mí es normal. La vida se mueve por pasión, por ambición, codicia, amor, odio. Son las cartas básicas para cualquier historia». 

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