Este miércoles comparto con vosotros una letrilla satírica, uno de los muchos poemas que he escrito, con la que pretendo criticar los excesos (de alcochol y conducción, no sólo de comidas) y la hipocresía que cometen muchas personas durante la Fiestas Navideñas. Una época en la que, al parecer y de repente, todos volvemos a querernos aunque no nos hayamos dicho nada ni visto a lo largo del resto del año. Con esta letrilla lo que pretendo es hacer reflexionar sobre la hipocresía que rodea una época en la que se celebra el nacimiento de Jesucristo. Es decir, una celebración de carácter cristiano/católico en la que se olvida el motivo original para sustituirlo, muchas veces, por mentiras y gastos económicos innecesarios que van más allá de hacer regalos a los niños, Reyes Magos incluidos.
Bañémonos en derroche esta noche
A más gasto más bondad
en esta fiesta cristiana,
todos felices mañana,
antes, dinero gastad.
Si los grandes almacenes
desean vuestro dinero,
por Dios, no seáis rastrero,
que no entristezcan los nenes.
Dejaos cegar por luces
que inoculan consumismo
porque hoy todo da lo mismo,
que otros carguen con las cruces.
Bañémonos en derroche
esta noche.
Cambia los besos y abrazos
que debes dar cada día
por la tonta hipocresía:
así se cuidan los lazos…
Los estómagos llenad,
si es hasta hartaros, mejor,
no hay mayor muestra de amor
que zampar en cantidad.
Seas vizconde o manobre,
cubre de oro el mar y el viento
y celebra el nacimiento
de quien vivió y murió pobre.
Bañémonos en derroche
esta noche.
Atrévete, calavera,
a conducir muy bebido,
¿para qué ser precavido?
Alcohol y carretera.
Arriesguemos la vida
como en un videojuego,
¿qué más da morir si luego
repetimos la partida?
Sí, la muerte se detiene,
su guadaña ya no corta,
en las fiestas nada importa,
no hay quien la vida cercene.
Bañémonos en derroche
esta noche.
Enseñadles desde críos
que la alegría depende
del dinero: peque, aprende
los adultos desvaríos.
En las tiendas, empujones
cuando empiezan las rebajas,
los mendigos con navajas
ya recortan sus colchones.
Espíritu navideño,
que vives en los billetes
y en los ricos palacetes
mejor que en hogar pequeño.
Bañémonos en derroche
esta noche.